Si hay un día que en la familia es considerado de fiesta total ese es el día que por fín alguien ha encontrado Kousa, o lo que es lo mismo calabacines blancos pequeños para poder rellenarlos. Calabacines ya sabemos que hay de todos los tamaños pero para mi desgracia, a los árabes les gustan las verduras tamaño miniatura y al menos por España eso no se estila, para colmo deben ser blancos y no de los verdes que abundan por aquí, así que la posibilidad de comer regularmente este fantástico plato suele ser remota. Alguna vez incluso me he planteado tener mi propio huerto para no sufrir tanta escasez...
El caso es que hace poco mi padre descubrió en el mercado a un vendedor que cultiva los calabacines en cuestión y parece ser que si el buen hombre no decide dejarlos engordar en la planta al gusto español, a nosotros nos los venderá casi al gusto sirio... y por qué casi??? Pues porque los calabacines que ya nos parecen diminutos, son con creces muy grandes para el gusto de los orientales, que los compran del tamaño de uno de una cajetilla de tabaco de largo, (lo sé, está muy mal el ejemplo, pero no se me ocurre otro) y de unos dos dedos de grosor como mucho, así que el trabajo de vaciarlos, se convierte casi en una pesadilla...
A claro!! Es que aún no os lo había dicho... se trata de calabacines rellenos de arroz y carne!!!
Este plato, se hace tanto con calabacines enanos, como con berenjenas moradas, igualmente enanas y el rey de los rellenos es el de carne y nueces...
Hoy me he decantado por el relleno convencional, dado que mis calabacines son un poco grandes como para hacerlos con nueces..
Es un plato fantástico, completo, sin grasas y muy suave, salvo que a alguien se le caiga el bote de la pimienta, cosa que ya nos ha ocurrido alguna vez, pero en cualquier caso, picante y todo está buenísimo!!